En un momento en el que los incendios forestales amenazan año tras año nuestros ecosistemas y la pérdida de biodiversidad es una preocupación creciente, prácticas tradicionales como el silvopastoreo emergen como soluciones eficaces y sostenibles. Este sistema agroforestal, que combina el arbolado, el forraje y el pastoreo en un mismo espacio, no solo genera productos útiles como madera, leche, lana y carne, sino que desempeña un papel clave en la gestión del territorio.
En el proyecto BioNogueira, se está llevando a cabo la incorporación anual de este sistema en el Monte de Moura, utilizando rebaños de cabras y ovejas guiados por un pastor humano y un pastor eléctrico. Los animales, de razas rústicas adaptadas al entorno local, realizan un desbroce natural, adaptado a la demanda de mantenimiento de cada zona. Esto permite controlar la biomasa disponible —principal causante de la propagación de incendios— y, al mismo tiempo, enriquecer el ecosistema.
¿Qué beneficios aporta el silvopastoreo?
- Reduce la intensidad y propagación de los incendios forestales.
- Mejora la calidad del suelo y favorece el reciclaje de nutrientes.
- Reduce el uso de fertilizantes químicos y tratamientos mecánicos.
- Favorece la biodiversidad y la conservación de razas autóctonas.
- Genera empleo rural y nuevos productos ganaderos de calidad.
Además, en los soutos gestionados (castañares tradicionales), esta práctica favorece la penetración de la luz, estimula el crecimiento de especies herbáceas, y atrae polinizadores e insectos beneficiosos, potenciando así la cadena de la biodiversidad y mejorando la calidad del hábitat para fauna como la avifauna local.
Requisitos clave del silvopastoreo
- Uso de rebaños de tamaño medio y manejo no intensivo.
- Introducción progresiva de especies según el tipo de pasto (cabras y caballos en primera fase; ovejas y vacas posteriormente).
- Priorizar animales adaptados al clima y la geografía del entorno.
Silvopastoreo como herramienta climática
Más allá de la prevención de incendios, el silvopastoreo también contribuye a mitigar el cambio climático. Al conservar la masa herbácea y el arbolado, se potencia la captura de carbono y se reduce la pérdida de materia orgánica del suelo, actuando así como un sumidero de CO₂.
Este modelo de gestión integral que promueve BioNogueira, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, representa una apuesta clara por una economía rural activa, resiliente y conectada con la naturaleza.
La infografía sido creada por nuestra ilustradora científica Sara Palacios Muñoz. Web